Por Javier Silvestre
La elección del candidato español para Eurovisión, Manel Navarro, ha sido un tanto polémica. Incluso muchos eurofans percibieron su victoria como un tongo demasiado evidente. Al margen de este tipo de asuntos, de nada ha servido tanto revuelo, ya que España ha quedado en última posición con 5 míseros puntos (aunque podría haber sido peor, pues no recibimos ni uno solo por parte de los diversos jurados profesionales).
Lo más grave de todo no es que este año hayamos quedado en último lugar. Es más, era algo casi evidente por varios motivos: el nivel estaba bastante alto, el espanglish nunca nos ha funcionado y aún así se sigue insistiendo en ello, el tema tiene una melodía bastante lineal y el estilo surfero-veraniego no es algo que pegue demasiado con un festival en el que más bien se pretende ser recordado por una puesta en escena más elegante, o en caso contrario, con algo de polémica (ahí tenemos a Conchita Wurst como “mujer barbuda” o a Lordy como los monstruos finlandeses).
Por otra parte, siempre hemos tenido tendencia a quejarnos de varias cosas en el festival: el idoma y que se vota al vecino. Sin embargo, se ha demostrado lo obsoleto de este tipo de pensamientos, que no nos hacen ningún tipo de favor. Todos hemos visto como países como Alemania ganaban hace relativamente poco (Lena conquistó el podio en 2010) y años siguientes conseguía puntuaciones pésimas. También hemos visto ganar a Jamala el año pasado con una canción que, aunque sí que tenía las estrofas en inglés, contaba con un estribillo cantado, ya no en ucraniano moderno, sino en tártaro. Y para ir más lejos aún, este año hemos podido comprobar que Portugal ha ganado con muchísima diferencia sin influencias políticas y cantando en el idioma propio de su país, al igual que han hecho otros como Italia.
Basándome en todo ello, voy a proponer tres candidaturas que creo que serían bastante adecuadas para representar a nuestro país:
1. ROSALÍA
Aunque esta joven puede que no les suene a muchos, este año acaba de publicar su primer disco, titulado “Los Ángeles” y que presenta una visión actual y muy personal del flamenco, yo diría que trata el género de una manera casi vanguardista.
Puesto que en España parece que muchas veces nos gusta apostar por jóvenes talentos que aún no son demasiado conocidos, Rosalía podría satisfacer esta demanda. Sin embargo, se trata de una cantante cuyo disco va vendiendo poquito a poco y que ha agotado las entradas para varios de sus conciertos. Es decir, que acaba de llegar pero ya está pisando suelo firme.
Podría ser la candidata ideal por llevar la marca España mediante el flamenco, pero contrastando con su imagen de chica moderna. Yo, personalmente, nunca había visto a una flamenca con vaqueros remangados y calcetines blancos a la vista. Podría ser el equivalente a lo que han hecho nuestros vecinos portugueses este año: una letra profunda con una melodía y una forma de interpretar que conmuevan, muy arraigado en nuestro país con ese toque de folclore, pero que a la vez tiene la facilidad de conectar con un público muy amplio.
2. INDIA MARTÍNEZ
Con India Martínez sugiero una candidatura más madura, posiblemente con bastante menos frescura que Rosalía, pero que comparte con ella un puntito flamenco. Es cierto que India Martínez podría tirar por derroteros bastante más internacionales, pero sin perder su esencia y, por lo tanto, dejando también palpable esa marca española que tanto nos caracteriza. La mayor baza es, sin ninguna duda, su sensibilidad y su gran capacidad vocal. En cierto modo, podría recordarnos un poco a la candidatura de Pastora Soler, eso sí, salvando las distancias.
Además, la cantante está en un momento muy bueno de su carrera y quizás sería adecuado para España llevar a una cantante consolidada, con reputación, seria, elegante y sobre todo versátil. Porque si algo tiene India es esa capacidad de adaptarse a todo manteniéndose fiel a sí misma. Una canción al estilo de su éxito “90 Minutos” podría ser una fantástica opción. Además, la artista tiene un punto de diva que en el festival funcionaría bastante bien.
3. AMARAL
Mi última sugerencia es Amaral por muchas razones. En primer lugar, por el formato banda, algo que podría jugar a nuestro favor porque en Eurovisión no es lo que más explotado esté, pero teniendo siempre el carisma de su vocalista Eva como foco principal. Además, podría jugar a nuestro favor que sea un grupo que ya ha tocado y es bastante conocido en varios países de Europa como, por ejemplo, Reino Unido, Alemania o Austria, sin olvidar que es uno de los grupos más icónicos de nuestro país.
Por otra parte, Amaral siempre ha tenido facilidad para conectar con el público y con un abanico muy grande de edades, para crear melodías que se retienen en la cabeza sin dificultad y letras preciosas. Sabemos también que en la parte vocal no defraudará en absoluto, que el dúo tiene un gran dominio del escenario y que se podría plasmar en una puesta en escena sencilla, sin demasiados artificios, pero al mismo tiempo sorprendente y maravillosa, como están demostrando desde el año pasado con su gira “Nocturnal”.
Además, si muchos cantantes españoles ya consolidados deciden no ir a Eurovisión por lo que esto pueda jugar en su contra, creo que Eva y Juan no tienen nada que perder; a lo largo de toda su carrera han encadenado un éxito tras otro y sus dos últimos discos los han publicado de manera independiente con igual éxito. Por lo tanto, si por algún casual quedaran en un mal puesto (aunque estoy seguro de que si nos representaran esto no pasaría), probablemente no perderían credibilidad ni el apoyo de sus fans, ya que elegir cada paso que dan en su trayectoria musical es algo natural y de vital importancia, algo que marca el sonido de cada disco que hacen.
De verdad, considero que estas podrías ser candidaturas muy buenas para nuestro país porque se trata de artistas que conectan sin problemas con el público, tienen buenos directos, representan la marca España de una u otra manera y cantan en castellano. No obstante, independientemente de la elección, lo más importante es que el público (esté de acuerdo o no) y especialmente RTVE ofrezca más apoyo a los representantes, para que de este modo puedan volar aún más lejos y que no se queden a medio camino como, por ejemplo, ocurrió con Edurne o Barei, dos cantantes que merecieron tener una puntuación mucho mejor de la que consiguieron pero que por diversos motivos la delegación española no aprovechó al máximo.