En los últimos meses hemos podido leer todo tipo de noticias sobre la cantante y actriz Lindsay Lohan, aunque en la mayoría de casos parecía tratarse de inventos de la prensa amarillista.
Sin embargo, en esta ocasión la misma Lindsay habría preferido que la noticia sobre su inminente ingreso en prisión fuera también un rumor sin ningún tipo de fundamento.
La polémica actriz ha sido condenada a 90 días de prisión por haberse saltados las clases para superar su adicción al alcohol, a las que estaba obligada a asistir tras haber sido detenida en 2007 por conducir borracha.
En aquella primera ocasión, Lindsay fue condenada a pasar un día entre rejas, aunque finalmente sólo cumplió una hora y media.
Posteriormente, este mismo año se ordenó la detención de Lohan en dos ocasiones, una en mayo por no asistir a la vista para revisar su caso, y otra el 8 de junio por violar de nuevo los términos de la libertad condicional que le fue concedida en mayo tras pagar la multa correspondiente.