En la época dorada de ventas millonarias de discos, en España llegamos a tener más de treinta estudios de grabación de primera generación, con salas especialmente acondicionadas, los mejores micrófonos del mercado y las mesas analógicas más emblemáticas.
Hoy en día, con la enorme bajada de ventas en el mercado discográfico, no existen tantos estudios de primer nivel, ploriferando en su lugar espacios más modestos, algunos incluso negocios caseros, en destinos diversos que inviten a la desconexión o simplemente permitan estar más cerca de las residencias locales de cada artista. De hecho, infinidad de estudios acabaron cerrando sus puertas debido a la enorme crisis discográfica y a la falta de adaptación a los nuevos modelos de negocio.
Así, de tener a Barcelona y Madrid como sedes de los mejores estudios históricos del país, ahora podemos encontrar excelentes alternativas en Ibiza, Valencia, la costa de Cádiz, la Costa del Sol, pequeños pueblos del País Vasco o incluso destinos rurales en los Pirineos.
Los precios de las grabaciones también se han adaptado a estos nuevos tiempos. Si hace una década la tarifa diaria podía superar los miles de euros en algunos estudios, hoy los precios se han ajustado al máximo, de ahí que escuchemos cada vez más discos de pequeños artistas o grupos con calidad de grabación aceptable en lugar de las tradicionales maquetas. Ahora, priman las necesidades de los clientes, llegando incluso a contar con espacios más modestos en conocidos estudios del país. Hoy en día, podemos escuchar discos de consumo rápido grabados de un modo más casero en apartamentos, espacios improvisados o incluso locales de ensayo.
Lo cierto es que el nuevo consumidor no es tan exigente como el oyente tradicional, conformándose con dispositivos de reproducción más actuales tales como el móvil, un ordenador personal con altavoces de gama estándar, un altavoz portátil o incluso una Smart TV, por lo que la calidad de grabación ya no es tan importante y sí se reclama una mayor inmediatez en lo que a nuevos lanzamientos se refiere.
Sin embargo, algunos artistas continúan apostando por dar forma a sus nuevas producciones en estudios de grabación tradicionales. Supone una mayor inversión y un enorme riesgo en una época en la que apenas se venden discos, pero sin duda alguna compensa a la hora de ofrecer un producto de mejor calidad y con mayor riqueza acústica (al fin y al cabo, estamos hablando de crear obras de arte o productos de consumo rápido). No es lo mismo, por ejemplo, grabar una simple batería en un pequeño estudio que en una sala mejor acondicionada en la que apenas hay aire o espacio para que el sonido crezca.
Estos son solo algunos de los estudios de grabación más destacados del panorama español actualmente:
- Cut Records (web oficial estudio de grabación): Se trata de uno de los estudios más destacados del país. Situado en Valencia, cuenta con varias salas de grabación, una sala de control equipada con la mejor tecnología del mercado y una potente sala de máquinas continuamente refrigerada.
- Arcane Planet Estudios: Estudio de grabación profesional y salas de ensayo en Salamanca. Cuenta con una buena combinación de equipos analógicos y digitales y un completo Backline.
- Séptimo Cielo: Estos conocidos estudios de Zaragoza cuentan con casi 20 años de experiencia en el sector y una extensa trayectoria para diferentes facetas artísticas (música, cine, teatro, danza…).
- Estudios Reno: En este estudio madrileño se han grabado algunos de los discos más destacados de la música indie de las últimas décadas. Sus responsables lo describen como el «perfecto equilibrio profesional / cómodo / artístico / vintage / moderno, agitado pero no revuelto».